El litio se ha ganado el nombre de petróleo blanco por el papel protagonista que desempeña en el panorama energético en los últimos años. Sus propiedades convierten a los iones de litio en los ingredientes perfectos para fabricar baterías de smartphones, coches eléctricos y algunos aparatos electrónicos.
El problema está en los efectos ambientales de la explotación de este valioso mineral, como contaminación de agua, impactos en el paisaje, impacto en la flora y fauna, generación de residuos sólidos y químicos… Argentina tiene muy presente estas cuestiones, pues las autoridades han confirmado que el país triplicará la producción de litio para 2019. Se espera que para el 2025 la producción de litio se ubique entre 400.000 y 500.000 toneladas.
Conociendo estos datos, no es de extrañar que el proyecto que ha propuesto el científico Ernesto Calvo sea uno de los más considerados, tanto a nivel nacional como internacional. Este investigador argentino, especialista en fisicoquímica, electroquímica y nanotecnología, propone implementar una innovadora tecnología de extracción de litio a gran escala, sin generar residuos contaminantes.
Existen diferentes procedimientos de extracción. Australia, el mayor productor global, lo obtiene a través de la minería convencional, pero es un proceso caro y sucio. Chile, Argentina y China, en cambio, utilizan un lento proceso de evaporación del agua de las salmueras. La ventaja del sistema que quiere sacar adelante Calvo y su equipo es que no se evapore el agua durante este proceso sino que se reutilice sin agregar sustancias químicas.
Para ello, extrae la salmuera mediante un sistema de bombeo para introducirla en un reactor con dos electrodos. Estos atrapan selectivamente, por un lado los iones de litio, y por el otro, el cloruro de la salmuera, para ser restituido al salar. El novedoso método le ha valido a Calvo para obtener el primer puesto en el concurso internacional Bright Minds Challenge (Mentes Brillantes), que tuvo lugar la semana pasada en Ámsterdam.
El próximo objetivo de este emprendedor es montar una planta piloto móvil autónoma con suministro de electricidad por paneles solares. “Las baterías de litio son importantes también para conservar electrificación remota en comunidades aisladas. Y como la energía es intermitente, no siempre hay sol o viento, aquellos pueblos que dispongan de paneles solares o molinos de viento, necesitan un espacio donde almacenar esta potencia”, ha explicado el premiado desde Holanda
El investigador del Conicet y director del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (Inquimae) de la UBA, Ernesto Calvo, fue reconocido con el Premio Perfil a la Inteligencia de los argentinos en Ciencia y Tecnología por su novedoso método para extraer litio de salares de altura de manera eficiente, limpia y sostenible. En una entrevista previa a la entrega de los galardones que se realizó el martes en la cúpula del Centro Cultural Kirchner (CCK), el especialista explicó en qué consiste su técnica.
"En el año 2012 fuimos a Jujuy y vimos en directo cómo se extrae el litio de salmueras de salares de altura. Básicamente estos salares se concentran en el norte de Chile, en Atacama, en el sur de Bolivia , en Uyuni, y en el noroeste de Argentina: Salta, Catamarca y Jujuy.
El proceso es muy lento, lleva más de un año, un salar consiste en una capa de sal blanca y abajo de eso hay capas de salmuera. Lo que se hace es extraer con bombas esa salmuera y se la pone en piletas enormes pero de muy baja profundidad", explcó Calvo.
"Para dar una idea, la explotación del salar de Atacama tiene una superficie equivalente a tres mil estadios de fútbol. El sol la evapora y de esa evaporación se van concentrando distintas sales y ocurre lo que técnicamente se llama una 'recristalización fraccionada', es decir caen los cristales de cloruro de sodio, después cloruro de sodio y potasio, después de magnesio y potasio, cada uno de ellos tiene un nombre. Al final, queda una solución concentrada de litio, que se ha concentrado al sol durante meses", agrega.
En ese contexto prosigue: "Ahí se agrega carbonato de sodio y precipita el carbonato de litio grado comercial, no batería, que debe ser purificado. Este proceso pierde enormes cantidades de agua, millones de litros de agua por cada tonelada de carbonato de litio que se exporta".
"El litio tiene muchos usos. Históricamente se usó en la industria del vidrio y del cerámico. Por ejemplo, los vidrios que hay en las cocinas eléctricas, que sólo se calienta la zona del calefactor, son vidrios de litio. La industria del cerámico, la farmacéutica y la aeroespacial: un Airbus tiene 400 kilos de litio en su estructura metálica. Por supuesto también en baterías.", expresó el investigador.
"En los últimos 25 años vimos cómo los celulares cambiaron nuestra forma de comunicar. Cada batería de celular tiene un poquito más de medio gramo de litio y probablemente en los próximos años lo que nos va a asombrar es el auto eléctrico cuyo ícono es el Tesla. un auto Tesla tiene una batería con unos cuatro kilos y medio de litio, que equivale a 17 mil celulares, este es el salto que estamos pegando en el uso del litio", añadió.
Con este proyecto, "en el momento en que vimos la cantidad de agua que se pierde, la generación de residuos y sustancias químicas que se usan" nos planteamos "si no sería posible usar el mismo proceso que ocurre en la batería de un celular para extraer el litio. Lo probamos en el laboratorio y fue exitoso, CONICET lo patentó y en este momento estamos escalando en reactores de laboratorio a planta piloto, para llegar en el término de un año, depende de ciertas inversiones, a extraer unos 500 kilos de carbonato de litio por día, esa sería la prueba pre-industrial", relató el miembro del CONICET.
Medio ambiente. "El cloruro de litio está en una concentración entre medio gramo y un gramo, máximo. Es decir, si yo quiero concentrar a 7 o 19 gramos por litro, estoy perdiendo varios cientos de miles de litros de agua cuando recupero una tonelada de carbonato de litio. Es mucha el agua que se pierde, se pierde en un desierto a cuatro mil metros de altura. La química es bastante simple, sólo que ocurre a cuatro mil metros de altura y competimos con el agua de manantial y de comunidades", advirtió Calvo.
Proyectos en el sector privado. "Hay cinco o seis empresas internacionales que extraen litio y estas empresas tienen proyectos a largo plazo, a diez años. Cuando una de estas empresas descubren un recurso en el salar, tardan no menos de 7 años hasta que empiezan a explotarlo comercialmente porque tienen que hacer estudios hidrogeológicos, tienen que montar la planta de extracción. Las empresas quieren hablar con nostros y ver si queremos poner nuestro proceso paralelo al de ellos para evaluarlo", concluyó.
Fuentes :
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